1. Debes desearlo
Es el paso definitivo. De nada te servirán los tratamientos, píldoras, hipnosis, ni rituales mágicos, sin que antes hayas tomado la firme decisión de dejarlo, y realmente lo quieras en tu corazón. Si te muerdes las uñas, de nada valdrá que la pintes con jabón para que su mal sabor te convenza de dejarlas en paz. Pero si las pintas porque en verdad quieres dejar de morder tus uñas, el asunto toma todo otro color.
2. Debes aceptar tu humanidad
Disculpa que usemos estos términos, pero es necesario: eres un ser humano imperfecto, débil, emocional. Te dejas seducir muy fácilmente por la satisfacción inmediata. Esto no es necesariamente malo: es el mismo motor que nos facilita enamorarnos, reír y disfrutar.
Comprende que eres un ser humano, y que todo cambio en la vida necesita de un tiempo de ajuste. Se dice que los hábitos demoran 21 días en formarse y, probablemente, te llevará el doble de ese tiempo romperlo. Ten paciencia y confianza en ti. Y si, por el motivo que fuera, te “caes del vagón” y vuelves a fumar un cigarrillo, a morder tus uñas o a hacer eso que ya no querías hacer, no te castigues, acepta tu imperfección, pídete disculpas y vuelve a comenzar. Nadie te está juzgando, así que no deberías hacerlo tú.
3. No te restrinjas
No estés todo el tiempo pensando en que “no puedes” hacer eso que intentas dejar atrás. Eso sólo creará en ti ansiedad, frustración, y una constante sensación de carencia y necesidad. En cambio, cuando pienses al respecto (y lo mejor sería que ni siquiera lo hicieras), no te digas “no puedo”, sino “no quiero”. Elige tus pasos, y recuerda que no eres esclavo de tus debilidades, sino a la inversa.
Finalmente, recuerda que hay muchas técnicas que pueden ayudarte. Una de ellas esreemplazar un mal hábito por otro bueno (como beber un vaso de agua en vez de encender un cigarrillo), implementar técnicas de desagrado (como pintarse las uñas con jabón o con barnices de tonos brillantes para dejar de morderlas), algunas involucran la memoria emotiva (como la técnica de la banda elástica en la muñeca, con la que te das un latigazo cada vez que pienses en tu vicio) y algunas más.
Usa lo que sirva en ti, lo que tú quieras, y ten la confianza y el genuino deseo que quieresromper el mal hábito, ¡y te garantizamos que lo lograrás!
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